Bienvenidos a nuestro sitio web
Todos experimentamos -en algún momento de nuestra vida- frustraciones y tenemos que aprender a experimentarlas como fuentes de crecimiento personal. No podemos pretender que todo nos salga bien, ni creer que se puede lograr una vida sin tropiezos, ni dificultades. Todos tenemos problemas y ellos son excelentes maestros para ser mejores seres humanos. Hoy quisiera que reflexionáramos en torno a una de las fuentes de frustración más común y es la de sentirnos decepcionados por la actuación o no-actuación de alguien. No son pocas las veces en las que esperamos algo de alguien que éste no da o no realiza y terminamos sintiéndonos frustrados, decepcionados y muy tristes. La madurez humana pasa por la capacidad de comprender que las personas no están obligadas a pensar y actuar como nosotros esperamos. Cada uno es libre y dueño de su proceder, y sabe cuáles son las fuerzas interiores –valores- que lo impulsan a actuar y muy probablemente estos son diferentes a los nuestros. Comprender esto no es fácil; pero es lo que debemos hacer.
La galería de imágenes está vacía.
Etiquetas
La lista de etiquetas está vacía.